UN ESPACIO CONTEMPORANEO EN UN ANTIGUO CORTIJO.
La transformación comenzó por eliminar elementos característicos del estilo rústico, el barro que este estilo usa comúnmente para las paredes y los pisos, combinado con la piedra, que se sustituyeron por un discurso cerámico, de porcelánico negro y marfil que acompaña y apoya el recorrido estético general de motivos geométricos blancos y negros del interior: carpintería, rejas, muebles de baño y cocina y lámparas de salón.
El exterior, enmarcado por una celosía que en concepto recuerda a tiempos pasados pero actualizada con figuras geométricas, es una prolongación del interior. El discurso geométrico es coherentemente usado posteriormente en la zona de piscina y en el patio, esta vez retroiluminado para aportar calidez a la composición y salirse de los cánones tradicionales andaluces.
La pieza de la colección de espejos THE-WALLER Unique, en verde, estratégicamente colocada encima de la chimenea que preside el cortijo, consigue contemporizar el espacio.
